Por: Alejandro Villaseñor
La vida nocturna, las calles y el devenir cotidiano del París del Siglo XIX, son el marco para que Manon, una joven que por primera vez conoce la gran ciudad, encuentre el amor a través de la libertad de decidir su propio camino en la vida.
Este es la premisa, con las direcciones escénica y musical de los maestros Ranniere Piñero y Alejandro MIyaki, respectiva, con las cuales los asistentes a la primera función de la ópera Manon en el Teatro de la Ciudad apreciaron por primera vez su puesta en escena en Monterrey.
En una perfecta amalgama, la escenificación, la iluminación y el vestuario de época, permitieron hacer la recreación de la sociedad parisiense a través de los diversos actos en los cuales se desenvuelven la vida de los distintos personajes, interpretados por becarios del México Ópera Studio (MOS), responsable de la producción.
Enmarcada en el género de la ópera cómica o opéra-comique en francés, Manon permite la combinación de diálogos hablados números musicales, permite abordar la vida cotidiana, con sus alegrías y tristezas, de los diversos personajes para volverlos más entrañables y accesibles al público.
A su llegada a la Ciudad Luz, la aspirante a novicia Manon Lescaut, es asediada por el libertino Guillot de Morfontaine, quien le ofrece riquezas incalculables si decide irse con él, siendo impedid en sus propósitos por el primo de la joven.
Sin embargo, al dejarla sola en una taberna Manon ve la forma en que se divierten los parroquianos con las mujeres que ofrecen sus encantos a quienes deseen su compañía, despertando su deseo de vivir siempre en una fiesta interminable de placeres y diversión.
La entrada de Le Chevalier des Grieux en escena permite encontrar en Manon al amor de su vida, ofreciéndole a ella la oportunidad de una vida de felicidad en familia, siempre y cuando ella acepte fugarse de inmediato sin avisar a su familia, lo cual consigue.
Las interpretaciones musicales, ya sea con la partición de solistas o con los coros de los personajes complementarios a la pieza, permiten desarrollar la historia del romance de Manon y Des Grieux, y los diversos retos a superar hasta el final de la obra.
El uso de textos traducidos al español de las canciones y conversaciones sobre el escenario, permiten al público conocer tanto el argumento de la Ópera como a los diversos personajes, logrando así un sentimiento de fraternidad y afecto con ellos.