Por: Alejandro Villaseñor
Un duro desafío regiomontano fue al que se enfrentó el piloto Rubén Ortíz el pasado fin de semana con la séptima fecha de NASCAR PEAK México Series en su regreso al Autódromo Monterrey luego de una larga ausencia del campeonato.
Inició la segunda parte de la temporada 2021 del campeonato de autos stock número uno de Latinoamérica, con Rubén Ortíz tomando el volante del auto #57 ONE Hoteles/ FIESTA INN/ BIO Empaques, en una carrera exigente en el trazado de 2.9 kilómetros de longitud ante las altas temperaturas que imperaron a lo largo de los dos días de actividad que incluyeron sesión de clasificación por primera ocasión en el año.
En punto de las 2 pm comenzó una complicada competencia con duración total de 1 hora 45 minutos, teniendo presencia de aficionados en las tribunas en porcentaje reducido y diversas medidas dictadas por las autoridades. Rubén lograba concretar una buena remontada; sin embargo, una sanción con paso por pits en los últimos minutos de la misma, le hacía perder puestos para finalmente cruzar la meta en el sitio 15 de los Challenge.
Rubén Ortíz auto #57:
“Nos vamos tranquilos con lo realizado, aunque el resultado pudo ser mucho mejor. Desafortunadamente la sanción nos complicó las cosas, pero creo que el equipo hizo un buen trabajo a lo largo de todo el fin de semana”.
“La carrera no fue fácil, el calor complica demasiado no solo en lo físico, también los autos tienen una degradación distinta, así que a todo ello nos enfrentamos y lo único que queda es trabajar para regresar con mayor fuerza al siguiente compromiso”.
Un compromiso más se avecina para Rubén Ortíz con la llegada de NASCAR PEAK México Series los días 9 y 10 octubre al Óvalo Aguascalientes México celebrando la fecha 8 de la temporada 2021.